¿Cómo me preparo?
Guía del paciente para la Cirugía de la Tiroides
La glándula tiroides se encuentra en la parte frontal del cuello, justo en frente de la tráquea. Su forma es parecida a la de una mariposa, con un «lóbulo» en cada lado que están conectados por un delicado tejido. Los nervios que controlan tus cuerdas vocales pasan justo detrás de la tiroides.
Es importante saber que millones de personas en todo el mundo lidian con problemas de la tiroides. Algunas condiciones de la tiroides pueden tratarse con medicamentos, pero en ocasiones es necesario recurrir a la cirugía para solucionarlas.
Algunas situaciones en las que la cirugía de tiroides es considerada son:
- Cuando la glándula tiroides tiene un agrandamiento, lo que se conoce como bocio.
- Presencia de nódulos en la tiroides, que pueden ser benignos o cancerosos.
- Enfermedad Grave de la tiroides.
No estarás solo en ninguna etapa de tu recuperación. Tanto tu médico como el equipo de atención médica estarán a tu lado para brindarte ayuda y orientación. Además, las asociaciones de pacientes también pueden ser de gran ayuda para comprender mejor tu situación y resolver cualquier pregunta que puedas tener. ¡Recuerda que estás rodeado de apoyo!
¿Cómo puedo prepararme para mi cirugía de Tiroidectomía?
Es esencial que te familiarices con los detalles de tu enfermedad, el tratamiento que se llevará a cabo y las posibles consecuencias a corto, mediano y largo plazo. A veces, la información médica puede ser un poco confusa, por lo que es fundamental plantear preguntas claras a tu médico antes de la cirugía. Esto te ayudará a comprender qué pasos tomar para tener una recuperación exitosa. Una excelente idea es tener una lista preparada con todas las preocupaciones que tengas. Por ejemplo:
Medicamentos: Algunos medicamentos deben ser suspendidos antes de la cirugía y otros pueden seguirse tomando. Sería útil que hagas una lista con todos los medicamentos que consumes regularmente y consultes con tu médico sobre cuáles debes continuar, cuáles suspender y si es necesario añadir alguno. Esto te ayudará a comprender mejor las recomendaciones médicas.
Dieta y estilo de vida
Prepararte adecuadamente para una tiroidectomía puede ayudarte a reducir algunos de los riesgos asociados. Esto implica seguir una alimentación equilibrada, hidratarte bien, hacer ejercicio regularmente, dejar de fumar y moderar el consumo de alcohol, además de asegurarte de dormir lo suficiente. Si es posible, trata de evitar situaciones estresantes.
No dudes en consultar con tu médico acerca de las recomendaciones específicas para tu caso. Si sientes ansiedad, habla con tu médico sobre la posibilidad de tratamientos adicionales para manejarla de manera efectiva. Recuerda que cuidar de ti mismo puede marcar una gran diferencia en tu recuperación.
Recomendaciones para el día de la cirugía: Es sumamente importante seguir todas las recomendaciones para el día de la operación. Tu cirujano te indicará cuánto tiempo debes ayunar antes de la cirugía (abstenerse de comer o beber). Si necesitas tomar tu medicamento diario, puedes hacerlo con un pequeño sorbo de agua. Antes de ingresar al hospital, se te indicará que te des un baño y después de eso, evita utilizar lociones, perfumes, desodorantes o esmalte de uñas.
Además, deberás quitarte cualquier joya, prótesis removible y/o lentes en caso de que los uses. No dudes en preguntar a tu médico acerca de las instrucciones específicas que debes seguir en el día de la cirugía. ¡Esto te ayudará a estar bien preparado!
Tuidados después de la cirugía
Tras la cirugía, es posible que experimentes cambios en tu voz y necesites suplementos de calcio o incluso tratamiento con yodo radioactivo. Asegúrate de hablar con tu médico acerca de cómo la cirugía podría afectarte y si se requieren tratamientos complementarios. Estar informado te ayudará a entender mejor lo que podría venir después de la operación. No dudes en hacer todas las preguntas necesarias.
Exámenes previos a la cirugía
Antes de la cirugía de tiroides, tu cirujano puede requerir pruebas diagnósticas adicionales para evaluar tu salud. Estas podrían incluir:
- Laringoscopia: El cirujano puede necesitar examinar la laringe, las cuerdas vocales y estructuras cercanas. Se realiza introduciendo un tubo delgado y flexible por la nariz o boca, con anestesia local.
- Pruebas de sangre: Se realizan para comprobar los niveles de hormona tiroidea, calcio, vitamina D y función renal.
- Electrocardiograma (ECG) y/o ecocardiograma: Evaluación del corazón como parte de la valoración general del cirujano.
¿Qué es una Tiroidectomía?
La tiroidectomía es una cirugía en la que se retira quirúrgicamente la glándula tiroides. Durante el procedimiento, estarás bajo anestesia. La parte de la glándula tiroides que se extirpa dependerá del tipo de enfermedad tiroidea que tengas:
- Tiroidectomía total: Se quitará la glándula tiroides completa.
- Tiroidectomía parcial: Se eliminará la mayor parte de la glándula tiroides, dejando una pequeña porción de tejido.
- Lobectomía o hemitiroidectomía: Se extirpará el lóbulo que contiene el cáncer o la mitad de la glándula tiroides.
- Lobectomía parcial: En casos menos frecuentes, se eliminará una parte de un lóbulo.
¿Cuáles son los riesgos potenciales de una operación de Tiroidectomía?
La cirugía de tiroides es segura bajo la guía de un cirujano experimentado. Sin embargo, como en cualquier intervención quirúrgica, existen riesgos asociados.
Los riesgos mencionados aquí no son completos y no sustituyen la conversación personalizada con tu cirujano. Antes de la cirugía, el especialista te informará detalladamente sobre los riesgos específicos.
Cambios en la voz después de la cirugía*¹
Existe una posibilidad muy baja de perder completamente la voz si los nervios principales de la laringe se ven afectados durante la operación. Esto ocurre en alrededor del 1 al 2% de los casos y generalmente se puede corregir con terapia vocal y una pequeña intervención adicional. Cambios temporales en la voz son más comunes, afectando alrededor del 5 al 10% de los pacientes.
Estos cambios temporales pueden incluir dificultad para proyectar la voz, ronquera, fatiga vocal y una disminución en el rango vocal. Estos cambios ocurren debido a la irritación de los nervios, ya sea por su movimiento durante la cirugía o debido a la inflamación. Si el daño es unilateral, la otra cuerda vocal suele compensar, y es posible que no haya una diferencia significativa en la voz. Si usas tu voz profesionalmente o en trabajos que requieren hablar en voz alta, podrías notar un ligero temblor en tu voz después de la cirugía, lo que afecta aproximadamente al 6% de los casos. Por lo general, este temblor mejora en unos seis meses.
Si tienes inquietudes sobre cómo esto podría afectar tu trabajo, es esencial discutirlo con tu cirujano antes de la operación. El uso de un Sistema de Monitoreo de Nervios ayuda a los cirujanos a reducir el riesgo de lesiones en los nervios durante la cirugía. Para obtener más información sobre cómo minimizar los riesgos de una tiroidectomía, puedes consultar la sección correspondiente.
Bajos Niveles de Calcio
Si durante la cirugía se afectan tus glándulas paratiroides, podrías experimentar niveles bajos de calcio. Estas glándulas controlan los niveles de calcio en tu sangre. Incluso si no se retiran, podrían no funcionar correctamente durante un tiempo variable.
La disminución de los niveles de calcio puede provocar sensaciones de hormigueo, como «alfileres y agujas», en tus dedos y labios. Si esto sucede, es posible que necesites tomar comprimidos de calcio por un corto período después de la operación, hasta que tus glándulas paratiroides se recuperen. Sin embargo, si las glándulas se han retirado o dañado de forma permanente, es probable que debas tomar suplementos de calcio o vitamina D a largo plazo. El riesgo de que esto ocurra es del 5 al 7%.